Los cuencos tibetanos son instrumentos compuestos por siete metales, procedentes del Himalaya, que emiten cada uno de ellos una cantidad de sonidos, o vibraciones, que actúan directamente sobre el organismo, induciendo al cerebro a vibrar en determinadas ondas cerebrales que nos generan tranquilidad; alcanzan cada célula, y generan un estado emocional de armonía y bienestar. Su efecto trasciende el campo físico, alcanzando los campos emocional, espiritual y mental. El sonido es percibido no sólo con los oídos sino con todo el cuerpo, atravesándolo con su poderosa vibración, viajando por su interior, reequilibrando desajustes energéticos, realizando una limpieza profunda en diferentes planos, y nutriendo al ser de un tono armónico.A través del trabajo con cuencos se logra:
-Combatir el stress
-Favorecer la relajación
-Equilibrar los hemisferios cerebrales
-Liberar tensiones
-Reducir la ansiedad
-Armonizar chakras o centros energéticos-Alcanzar una sensación de paz y bienestar
